jueves, 3 de diciembre de 2009

ADVIENTO Y NAVIDAD

Estimado (a) alumn(a): el presente tema, correspondiente al adviento y a la navidad trae como medio de reflexión, aparte de contenido doctrinal, cinco videos que espero sepas valorar para dar el verdadero sentido a este tiempo litúrgico. Obsérvalos atentamente y en los momentos de oración, hazlo también junto con el video. Posterior a esto escribe en la casilla de comentarios cómo quisieras vivir esta navidad y a qué te comprometes como verdadero cristiano en este tiempo de Adviento y Navidad. En clase se te dirá cómo complementar esta experiencia.

ADVIENTO

BIENVENIDO SEÑOR JESÚS.

Se acerca Navidad y las calles se van llenando de luces de colores, muñecos de “nieve”, Papa Noeles e incontables ofertas en las tiendas y mercados. El dinero nos preocupa y estamos seguros de que sin él, la Navidad será terrible. Pero nos olvidamos de algo: ¿Navidad no es celebrar el nacimiento de Jesús? Para eso estamos aquí hoy, para aprender a prepararnos ante la inminente llegada del Señor Jesús.
La Iglesia dedica un tiempo especial de preparación para la llegada de Cristo. Este tiempo se llama Adviento. El Adviento es el tiempo litúrgico en el que nos alistamos porque Cristo llega. Desde las vísperas del domingo 30 de noviembre o el más cercano a él hasta las primeras vísperas de Navidad, reflexionamos entorno a Cristo que llega a nuestras vidas, a nuestros corazones y a nuestro mundo.

ADVIENTO DEL CORAZÓN

Jesús no llega a los corazones que no quieren ser distintos. Por ello, el Adviento es un tiempo para dialogar con nuestras familias, nuestros padres, hijos y hermanos, de conocerlos más para amarlos más. También es un tiempo para la oración, para la meditación en familia. La Biblia está llena de maravillosos textos que nos hacen reflexionar sobre el amor, la paciencia, el perdón, la solidaridad, la justicia y todo lo que nos predica Jesús. Es tiempo de revisarla.
El Adviento es un excelente tiempo para quitar los rencores del corazón, aprender y salir con mayor fe y esperanza a la vida.¿Por qué mantener esas tristezas en el corazón que no hacen más que hundirnos en depresiones y frustraciones sabiendo que podemos perdonar y superarnos? ¿Por qué sentir envidia de los otros sin alegrarnos y ser felices con lo que tenemos? Ver a la vida con alegría, con el amor que Dios nos da, es la mejor forma de caminar. ¿Por qué no lo intentamos?
Eso es el Adviento, alistar nuestros corazones para que Cristo entre en ellos. Pedirle que llegue, pero no como algo mágico, sino como parte de una verdadera propuesta de cambio en nuestra forma de vivir.
Estamos seguros que si fluyen estos sentimientos de amor, humildad y alegría, podremos salir adelante con nuestros problemas, siempre con Jesús a nuestro lado. Así, ganaremos mucho más que cualquier regalo en el mundo, lograremos vencer la tristeza, el egoísmo, nuestra timidez y nostalgia y saldremos a recibir a Cristo con un corazón dispuesto a vivir con él toda la vida.

CRISTO LLEGA AL MUNDO

Adviento también es prepararnos para celebrar la llegada de Cristo al mundo. Si nos ponemos a pensar qué significó la llegada de Jesús (y lo que significa hasta ahora), valoraríamos más este tiempo y la importancia de nuestra tarea como cristianos.
La llegada del Hijo de Dios fue un acontecimiento inmenso, preparado con siglos de anticipación. No fue un episodio común. El mundo se vio iluminado y bendecido cuando Dios, su creador, se hizo hombre.
Imaginemos el momento: Vivimos en un ambiente muy religioso; somos parte de un pueblo que espera desde hace siglos la llegada del Mesías, de su Salvador. Esta llegada es anunciada por antiguos profetas; uno de ellos, anuncia que el Salvador nacerá de una mujer Virgen.
De pronto, en un pueblo minúsculo y pobre, una muchacha ha recibido un mensaje a través de un Ángel llamado Gabriel. Esta sencilla y obediente mujer no hace más que ofrecerse como servidora y agradecer al Señor porque su Hijo vendrá a través de su vientre. Una serie de promesas escritas en la historia empiezan a cumplirse y todo va dándose como se predijo en la antiguedad. Ya llega el Salvador.
Como vemos, no es simplemente pasar el tiempo esperando la Navidad. El Adviento es un espacio para pensar y para ser partícipes de la llegada del Señor.
Hay diversas formas de reflexionar sobre esto: Símbolos como la Corona de Adviento, lecturas Bíblicas sobre la historia del nacimiento de Jesús, las oraciones leccionarias, los pesebres (encantadora tradición iniciada por San Francisco de Asís), etc. Hay muchas maneras. Escoge la tuya.
Prepárate, porque ya se acerca. ¡Bienvenido!, ¡Bienvenido Señor Jesús!, ¡Mi corazón está dispuesto y listo para ti!

NAVIDAD

La Navidad es una de las fiestas más importantes de la Iglesia porque en ella celebramos que el Hijo de Dios se hizo hombre para abrirnos las puertas del Cielo, para enseñarnos el camino para la vida eterna.

La Navidad, a pesar de ser una fiesta cristiana, se ha popularizado en todo el mundo. Efectivamente, hasta los no creyentes celebran "las fiestas de diciembre", como se les dicen. Los regalos, los pinos adornados y los Santa Claus abundan en esta época y el gasto familiar se eleva a las nubes.

Por desgracia, el verdadero sentido de celebrar el nacimiento de Cristo se ha transformado en un mero intercambio de regalos, tal como lo hacían los paganos griegos y romanos para las fiestas de la Saturnalia, es decir, el inicio del invierno.

Un poco de historia

Emmanuel significa Dios con nosotros. La celebración de la Navidad nos recuerda que Dios no está lejos, sino muy cerca de nosotros. En Navidad, celebramos al Niño Jesús que es Hijo de Dios. En Él, Dios nos mostró su rostro humano, para salvarnos y amarnos desde la tierra.Jesús es el Hijo unigénito de Dios, imagen perfecta del Padre, lleno de gracia y de verdad.

¿Qué nos enseña la Navidad?

La celebración de la Navidad es un momento privilegiado para meditar en el texto evangélico de San Lucas 2, 1-20, en donde se narra con detalle el Nacimiento de Cristo.

Podemos reflexionar las virtudes que encontramos en los diferentes personajes involucrados y luego, aplicarlas a nuestra vida:

María nos enseña a ser humildes, a aceptar la voluntad de Dios, a vivir cerca de Dios por medio de la oración, a obedecer a Dios y a creer en Dios.

José nos enseña a escuchar a Dios y hacer lo que Él nos diga en nuestra vida, aunque no lo entendamos y a confiar en Dios.

Jesús nos enseña la sencillez. A Dios le gusta que seamos sencillos, que no nos importen tanto las cosas materiales. Jesús, a pesar de ser el Salvador del mundo, nació en la pobreza.

Los pastores nos enseñan que la verdadera alegría es la que viene de Dios. Ellos tenían un corazón que supo alegrarse con el gran acontecimiento del nacimiento de Cristo.

El 25 de diciembre se celebra la Navidad. Dios se hizo hombre para abrirnos las puertas del Cielo y enseñarnos el camino para la vida eterna.

Jesucristo es luz, amor, perdón y alegría para todos los hombres y mujeres de buena voluntad.

La Sagrada Familia nos da ejemplo de la aceptación de la Voluntad de Dios, viviendo con sencillez, humildad y alegría el nacimiento de Jesús en el Portal de Belén.

significado del adviento

Adviento

Pregón Navideño

Navidad

Canción de Navidad (José Luis Perales)